¿Qué significa ser tutor en espacios virtuales?
Para hablar de la función de tutoría en espacios virtuales y de lo que significa ser un tutor ideal, creo necesario compartirles mi experiencia, a fin de que cada amable lector encuentre lo que faltó por incorporar para llegar a ese ideal y lo comente en este espacio.
Al comenzar con la aventura (como amablemente hemos coincidido en llamar a esta labor), tenía dudas sobre las funciones específicas a desarrollar, suponía que tendría que ver con el papel del facilitador, mediador, asesor; sobre la marcha del primer módulo fui encontrando la forma de combinar acciones de las antes mencionadas. Una idea inicial fue: ¿Qué hace un tutor, es decir la persona que se encarga de la educación de un menor sin ser su padre o madre? , lo que se derivó de ahí fueron reflexiones en torno a lo ya mencionado anteriormente, pero enriquecido con otro concepto, el ACOMPAÑAMIENTO.
En la primera semana descubrí que algunos de los participantes manifestaban temor ante la exigencia de desarrollar una especialidad sin tener contacto “cara a cara” con sus compañeros y con la tutora; esa misma sensación yo la tuve cuando participé en un curso en línea por primera vez, por lo que sentí empatía y decidí convertirme en su acompañante, buscando que no se sintieran solos, pero favoreciendo la autonomía. En ese sentido, y de acuerdo a la personalidad de los participantes, fui manejando una comunicación más cálida y con mucha carga afectiva mediante el correo institucional, manteniendo el protocolo en los espacios de la plataforma. Esto permitió que los participantes sintieran confianza para plantear sus dudas y necesidades. En las últimas semanas del módulo 1 ya se observó una actitud diferente ante la comunicación en línea, de igual forma, hubo menos dudas de operación como resultado de insistir en la necesidad de leer las instrucciones de la página principal y el programa de trabajo, así como la rúbrica de evaluación.
Ser tutor es un compromiso, una responsabilidad para lograr el cumplimiento de los propósitos de la especialización (en este caso), atendiendo la diversidad y las necesidades específicas de cada participante. Implica promover la reflexión y el análisis a partir de los textos, los andamios cognitivos y los comentarios plasmados en los foros. Acompañar un proceso requiere estar al pendiente (partiendo de la analogía del primer párrafo) del avance de los participantes para conseguir que todos logren el propósito común, entendiendo sus concepciones, ideas, dificultades, pero sin dejar de invitar al desarrollo de las actividades a pesar de los pesares.
Sigo en proceso, ahora con el apoyo de ustedes, visitantes del blog
Para hablar de la función de tutoría en espacios virtuales y de lo que significa ser un tutor ideal, creo necesario compartirles mi experiencia, a fin de que cada amable lector encuentre lo que faltó por incorporar para llegar a ese ideal y lo comente en este espacio.
Al comenzar con la aventura (como amablemente hemos coincidido en llamar a esta labor), tenía dudas sobre las funciones específicas a desarrollar, suponía que tendría que ver con el papel del facilitador, mediador, asesor; sobre la marcha del primer módulo fui encontrando la forma de combinar acciones de las antes mencionadas. Una idea inicial fue: ¿Qué hace un tutor, es decir la persona que se encarga de la educación de un menor sin ser su padre o madre? , lo que se derivó de ahí fueron reflexiones en torno a lo ya mencionado anteriormente, pero enriquecido con otro concepto, el ACOMPAÑAMIENTO.
En la primera semana descubrí que algunos de los participantes manifestaban temor ante la exigencia de desarrollar una especialidad sin tener contacto “cara a cara” con sus compañeros y con la tutora; esa misma sensación yo la tuve cuando participé en un curso en línea por primera vez, por lo que sentí empatía y decidí convertirme en su acompañante, buscando que no se sintieran solos, pero favoreciendo la autonomía. En ese sentido, y de acuerdo a la personalidad de los participantes, fui manejando una comunicación más cálida y con mucha carga afectiva mediante el correo institucional, manteniendo el protocolo en los espacios de la plataforma. Esto permitió que los participantes sintieran confianza para plantear sus dudas y necesidades. En las últimas semanas del módulo 1 ya se observó una actitud diferente ante la comunicación en línea, de igual forma, hubo menos dudas de operación como resultado de insistir en la necesidad de leer las instrucciones de la página principal y el programa de trabajo, así como la rúbrica de evaluación.
Ser tutor es un compromiso, una responsabilidad para lograr el cumplimiento de los propósitos de la especialización (en este caso), atendiendo la diversidad y las necesidades específicas de cada participante. Implica promover la reflexión y el análisis a partir de los textos, los andamios cognitivos y los comentarios plasmados en los foros. Acompañar un proceso requiere estar al pendiente (partiendo de la analogía del primer párrafo) del avance de los participantes para conseguir que todos logren el propósito común, entendiendo sus concepciones, ideas, dificultades, pero sin dejar de invitar al desarrollo de las actividades a pesar de los pesares.
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